El acceso a atención materna de calidad está disminuyendo en las comunidades rurales. La telesalud puede ayudar.

Si bien la reciente anulación del caso Roe v. Wade puso la salud de la mujer en el centro de atención, problemas estructurales de larga data están contribuyendo al deterioro de la salud materna para las madres en todo el mundo. Sin embargo, los efectos son notablemente más pronunciados en las comunidades rurales, y más aún entre sus residentes de color.

A medida que la tasa de mortalidad materna sigue aumentando, especialmente entre las madres de color, es evidente que nos encontramos en un punto de inflexión. Las madres rurales tienen un 60 % más de probabilidades de morir en el parto , y las mujeres rurales negras y morenas tienen tres veces más probabilidades de morir por complicaciones de salud materna que las mujeres rurales blancas. Pero con el aumento de los costos, el cierre de hospitales y una escasez nacional de ginecólogos-obstetras , todo apunta a un continuo deterioro de la salud en las comunidades rurales. Afortunadamente, la llegada de la telesalud durante la pandemia de COVID-19 nos demuestra que se puede brindar atención de alta calidad con solo pulsar un botón, y esa podría ser nuestra clave para ayudar a las comunidades rurales.

¿Cuáles son los desafíos de la atención sanitaria rural?

Las comunidades rurales, que por naturaleza son más pequeñas y están más distribuidas que las áreas urbanas, tienden a tener menores ingresos per cápita y, en consecuencia, bases impositivas más bajas, lo que significa que la financiación para servicios como la atención de maternidad y la salud mental es escasa, si no inexistente. Desde 2005 más de 181 hospitales en comunidades rurales han cerrado , mientras que persiste una escasez nacional de médicos .

Según la Asociación Nacional de Salud Rural , “la proporción de pacientes por médico de atención primaria en las zonas rurales es de solo 40 médicos por cada 100.000 personas, en comparación con 53 médicos por cada 100.000 en las zonas urbanas”. En consecuencia, más del 50 % de los condados de EE. UU. se consideran desiertos de atención materna, al carecer de un solo ginecólogo-obstetra. En estas comunidades, las personas tienen que viajar más lejos para obtener atención de menor calidad : familias rurales viajan el doble de distancia para recibir atención médica de emergencia, y más del 50% de las mujeres rurales tienen que viajar 30 minutos o más para recibir servicios de obstetricia y ginecología. El resultado es que menos personas buscan, acceden y reciben atención, y peores resultados.

Todos estos desafíos se ven amplificados para las personas de color a través de problemas estructurales y los determinantes sociales de la salud . Mientras que algunas personas pueden permitirse el dinero de la gasolina y el tiempo libre del trabajo para viajar más de 30 minutos para ver a un obstetra-ginecólogo, los grupos históricamente marginados como las mujeres negras e indígenas tienen menos probabilidades de poder hacerlo. Del mismo modo, muchas personas de color rurales tienen bajos ingresos y dependen de Medicaid para la cobertura del seguro , lo que puede conducir a peores resultados debido a las difíciles decisiones que se ven obligados a tomar ante la cobertura limitada y una red más pequeña (por ejemplo, ¿uso mi gasolina para ir a trabajar o ver a un médico?). En consecuencia, las mujeres de bajos ingresos, especialmente en las zonas rurales, tienen menos probabilidades de buscar ayuda cuando están enfermas y menos probabilidades de tomar medicamentos , lo que es especialmente desafiante para los padres nuevos y futuros.

“La atención de maternidad falla a todas las personas en Estados Unidos”, afirma Dawn Godbolt , directora de Equidad en Salud de Maven . “Pero cuando se suman dimensiones como la ubicación geográfica, los ingresos y la raza, se observa el efecto aditivo que conduce a peores resultados”. Con tantos desafíos y batallas cuesta arriba que enfrentar, no es de extrañar que tantas familias rurales simplemente no reciban ni busquen la atención necesaria.

¿Cómo puede la salud digital ayudar a las comunidades rurales?

Los desafíos que enfrentan las mujeres y familias rurales (altos costos, acceso limitado y reducción en la atención) no parecen desaparecer pronto. Sin embargo, la salud digital, tras su auge durante los primeros días de la pandemia, puede ofrecer soluciones inmediatas. Las consultas virtuales eliminan la necesidad de viajar y pueden costar mucho menos dinero tanto a las aseguradoras como las personas. Y al permitir que las madres rurales se reúnan con los profesionales sanitarios con mayor frecuencia, es menos probable que busquen atención de emergencia cuando sea necesaria y más probable que reciban la educación y la orientación que necesitan para llegar a resultados positivos en el parto.

“La telesalud tiene el potencial de generar un gran impacto en las comunidades rurales”, afirma Godbolt. “Puede conectar a los proveedores con las personas en tiempo real, respondiendo a sus preguntas y guiándolas en su camino hacia la formación de una familia sin que tengan que preocuparse por cómo llegarán ni cuánto tendrán que pagar de su bolsillo”. Sin embargo, el éxito de la telesalud depende tanto de la calidad de la atención como de la infraestructura y los recursos, como el acceso a internet inalámbrico, una computadora o un teléfono inteligente; todos ellos son mucho más difíciles de encontrar cuanto más remota es una comunidad. Entonces, ¿cómo puede la telesalud realmente marcar la diferencia? Al trabajar en conjunto con la atención presencial, utilizando el monitoreo remoto de pacientes, la navegación de atención y la educación, lo que en última instancia conduce a la desvío de atención de emergencia.

El enfoque de Maven para la telesalud

El innovador modelo de atención de Maven ofrece atención de alta calidad, culturalmente accesible , disponible en cualquier momento y lugar. Los miembros tienen acceso 24/7 a una red mundial de proveedores que abarca más de 30 especialidades de salud familiar y más de 250 subespecialidades que abarcan desde planificación familiar hasta crianza y pediatría.

Para las familias rurales, esto significa acceso a educadores especializados en fertilidad, endocrinólogos reproductivos, consultores de lactancia, especialistas en sueño, profesionales de la salud mental, orientadores profesionales y otros profesionales que de otro modo nunca habrían podido atender. A través de comparación de cuidados , los miembros pueden reunirse con profesionales que comprenden sus necesidades culturales y sociales únicas, como el idioma, la raza y la orientación sexual.

Lo que hace única a Maven es su énfasis en la atención de alta calidad para cada miembro. Nuestros dedicados Defensores de la Atención guían a los miembros en su proceso y pueden derivarlos a atención virtual y presencial de alta calidad cubierta por su seguro. Los miembros pueden usar la plataforma para buscar asesoramiento, resolver sus dudas y recibir atención rápidamente entre citas presenciales.

Los empleadores con personal distribuido ahora deben lidiar con el hecho de que contar con un buen seguro no es suficiente: cuando el acceso a la atención médica se ve restringido, ya sea por la geografía, una pandemia o desigualdades institucionales, sus empleados sufren. Las soluciones de telesalud, como Maven, pueden cubrir estas carencias en la atención para las poblaciones más vulnerables, independientemente de su lugar de residencia. Para los planes de salud que buscan ofrecer una solución de telemedicina que deleite a sus miembros e impulse resultados cruciales en la salud materna y familiar, Maven ofrece una experiencia de usuario inigualable con un éxito clínico comprobado.

Para descubrir cómo Maven puede ayudar a sus empleados, miembros o pacientes a recibir la atención que necesitan, solicite una demostración hoy mismo.