Impactante pero cierto: Casi la mitad de todas las mujeres embarazadas en una encuesta de dijeron que considerarían dejar su trabajo por uno que se adapte mejor a las madres lactantes. Si bien los expertos en salud pública recomiendan que los bebés sean amamantados exclusivamente durante seis meses, en un país donde no hay licencia parental remunerada y donde la licencia promedio es de 10 semanas, la lactancia materna se ha convertido en una de las mayores fuentes de estrés para las mujeres que regresan al trabajo.
Aquí presentamos cuatro maneras en que las empresas pueden brindar un mejor apoyo a sus empleadas lactantes. El resultado es beneficioso para las madres, que experimentarán una transición más fácil, y para los empleadores, que se benefician de una mayor retención.
1. Crear una sala de lactancia designada.
Aunque la Ley de Normas Laborales Justas ( ) establece que los empleadores deben proporcionar a las mujeres un lugar, aparte del baño, protegido de la vista y sin intrusiones de compañeros de trabajo ni del público, para leche materna, no existen normas que prohíban el uso de una sala de lactancia designada para ningún otro fin. Sin embargo, los armarios de almacenamiento y las mamparas endebles no crean un entorno adecuado para que las mujeres se extraigan leche. Para que una sala de lactancia sea funcional, debe contar con una silla y una superficie plana donde colocar el extractor de leche. Para que sea cómodo, también debería tener una puerta con cerradura, toallas de papel o toallitas (para limpiar el espacio después de usarlo), un espejo (para reajustarse la ropa después de la extracción) y enchufes (para enchufar un extractor de leche eléctrico o recargar uno de batería). También sería útil contar con un generador de ruido blanco para que las mujeres no tengan que preocuparse de que el sonido del extractor moleste a sus compañeros. Además, un refrigerador pequeño y un fregadero les ayudarían a ahorrar tiempo al no tener que ir a otro lugar a guardar la leche y limpiar el extractor.
“Al ofrecer salas de lactancia cómodas, privadas y designadas, envío de leche materna y asesoramiento para el regreso al trabajo, no solo para las madres primerizas, sino también para sus gerentes, las empresas pueden convertirse en el tipo de entornos de trabajo favorables a lactancia materna que tantas mujeres buscan”.
Permita que las mujeres controlen sus horarios de extracción leche.
Una madre necesita extraerse leche cada 2 o 3 horas para mantener su producción y evitar complicaciones como dolor, pérdidas e infecciones graves como la mastitis. Si bien la frecuencia de extracción puede disminuir a medida que el bebé crece, es importante que las mujeres tengan control sobre cuándo y durante cuánto tiempo se extraen. (Si bien el promedio es de 15 a 20 minutos por sesión, puede tardar más si las mujeres no se sienten relajadas; otra razón para proporcionar un espacio cómodo para la lactancia).
3. Haga que sus políticas de lactancia sean conocidas por todos, no solo por las madres lactantes.
Muchas madres primerizas denuncian un estigma relacionado con la lactancia materna al regresar al trabajo, y responsabilizar a la madre de comunicar sus derechos a sus compañeros puede agravar las interacciones negativas o incluso el acoso entre ellos. ¿Una solución sencilla? Educar a todos los empleados, no solo a las madres primerizas, sobre las necesidades de las mujeres en materia de lactancia materna y las políticas de la empresa para apoyarlas.
4. Considere los beneficios del envío de leche materna.
Para las madres lactantes que viajan por trabajo, la lactancia materna supone un factor de estrés adicional. Por ejemplo, se ven obligadas a encontrar la manera de mantener la leche fresca durante el viaje y transportarla de forma segura a casa para que la use el bebé. (Aclaración: pausar la extracción de leche durante el viaje no es una opción, ya que esto puede provocar que la madre se agote).
Cada vez más empresas reconocen la necesidad de ofrecer envíos de leche materna a sus empleadas, una medida que ayuda a las madres a concentrarse en su trabajo mientras están fuera de casa y, al mismo tiempo, ayuda a las empresas a retener a sus mejores talentos.
El resultado final
Las empresas que van más allá del mínimo requerido por la FLSA para apoyar a sus empleadas lactantes pueden ayudar a aliviar parte del estrés que experimentan las nuevas madres durante la reincorporación al trabajo y demostrarles que valoran su contribución profesional. Al ofrecer salas de lactancia cómodas, privadas y designadas, envío de leche materna y orientación para la reincorporación al trabajo, no solo para las nuevas madres, sino también para sus gerentes, las empresas pueden convertirse en el tipo de entornos laborales que facilitan la lactancia materna que tantas mujeres buscan.
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